La capacidad de procesar imágenes y luego generar ideas, se produce desde los movimientos del ojo hasta recuerdos de años anteriores y hace presente experiencias visuales. Por este motivo, es importante reforzar esta condición en todas las edades.

La memoria visual consiste en la asociación entre el proceso perceptivo, la codificación, almacenamiento y recuperación de las representaciones que hemos captado por los ojos a través del proceso neural. Este se genera en un gran rango temporal, que va desde los movimientos visuales hasta años de recuerdos.

Este tipo de memoria mantiene ciertas características de nuestros sentidos vinculados con la experiencia visual. Por ende, tenemos la capacidad de encontrar información de memoria visual que se asemeja a animales, lugares, objetos o personas en una imagen mental.

Ejercitación de la memoria visual

Los expertos sostienen que entrenar la memoria visual es fundamental a cualquier edad, pero primordialmente se ejercita en dos etapas bastante marcadas: la infancia y la vejez. En el caso de la vejez, este es una técnica probada de estímulo de memoria a corto y largo plazo, lo que deriva en un desgaste cognitivo menor.

No obstante, a pesar de lo importante que es el reforzamiento de la memoria ocular en estas etapas, no se debe restar relevancia a su utilidad a cualquier edad. Esto porque en la adultez mejora el rendimiento intelectual y, en la adolescencia, una fase de mayor exigencia en este sentido, incrementa la memoria retentiva.

Por estos motivos, los especialistas sugieren no dejar de lado la ejercitación de la memoria visual. El mejor método para que esta experiencia sea más amena es practicar con juegos creados para este fin. Los populares juegos de memoria, como por ejemplo crear parejas o adivinar ubicaciones, son métodos clásicos que brindan diversos beneficios que se notarán a medida que se vayan practicando.

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