Neil Harbisson es un artista contemporáneo que nació con acromatopsia, una extraña enfermedad donde existe la incapacidad de ver colores. Sin embargo, en vez de verlos, Neil puede oírlos mediante una antena inserta en su cráneo, la que transmite frecuencias a través de la conducción ósea.

Desde 2004 que Harbisson es capaz de “escuchar” los colores. Ese mismo año, su solicitud de renovación de pasaporte en Reino Unido fue rechazada, ya que ninguna persona está autorizada a tener aparatos electrónicos en la cabeza, según la legislación. No obstante, recopiló cartas y recomendaciones médicas donde se aseguraba que la utilización de este dispositivo mejoraba su calidad de vida.

Las autoridades le concedieron el permiso, por lo que Neil lleva su pasaporte con una foto llevando el “eyeborg”. Este artefacto traduce los colores en algunos tipos de ondas sonoras. El audio se transmite mediante la vibración de la parte baja del cráneo al oído interno y, por ende, Harbisson “escucha” y “siente” los colores.

El artista señala que comenzó a sentirse un “cyborg” cuando percibió que el dispositivo cibernético se había transformado en una parte de su cuerpo, como una “extensión de mis sentidos”, explica. “Hasta se convirtió en una parte de mi imagen oficial cuando me fotografiaron con él para mi pasaporte”, complementa.

Asimismo, agrega que su vida ha cambiado de forma radical desde que escucha el color. Por ejemplo, cuenta que el cambio más grande es asistir a una galería de arte y poder “oír” a un Picasso. “Es como ir a una sala de conciertos, porque puedo escuchar las pinturas”, afirma.

Harbisson, con residencia en Barcelona, España, fundó la Cyborg Fundation, con la que desea brindar apoyo a personas que requieren aparatos electrónicos para desenvolverse en su rutina diaria. Asimismo, pretende defender sus derechos.

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