El parpadeo, ajustar el tamaño de la letra, el contraste adecuado o una apropiada iluminación son algunos de los aspectos a tener en cuenta para prevenir problemas visuales derivados de la lectura en dispositivos electrónicos.
La ventaja de los “e-books”, tablets o smartphones por sobre los libros tradicionales, es la posibilidad de ajustar el tamaño de la letra y el contraste. No obstante, en los dispositivos con tinta electrónica se deben tener las mismas precauciones que en los de papel, mientras que los que cuentan con retroiluminación pueden utilizarse en ambientes con escasa luz.
Ante esta situación, los expertos aconsejan:
– Distanciarse al menos 30 centímetros del dispositivo. Si se trata de un computador, la distancia debe ser de al menos 60 centímetros.
– La pantalla debe ubicarse por debajo del nivel de los ojos.
– La orientación de nuestra vista debe ser hacia abajo, para levantar la mirada en algunos intervalos y enfocar de lejos.
– Acerca de la iluminación, es importante que exista un contraste. En este sentido, se requiere una apropiada iluminación focal.
– Parpadear de forma frecuente, ya que propicia la lubricación de la superficie del ojo por las lágrimas y previene los inconvenientes de ojos rojos y la sensación de cuerpo extraño o “arenilla”.
– Evitar ambientes con viente, secos y tóxicos, como cuando existe la presencia de humos industriales o tabaco.
– Elegir el tamaño y contraste de la letra que se adapte más a nuestros requerimientos en cuanto a comodidad.
– De ser posible, optar por pantallas que posean la capacidad de autocalibrarse con la luz ambientes y que tengan la mayor resolución.
– Usar lubricantes oculares recomendadas por un especialista. Asimismo, evitar la utilización de lágrimas artificiales que contengan vasoconstrictores.
– Asistir a una consulta oftalmológica si existe fatiga visual, manifestaciones de ojo seco o cefaleas asociadas a la lectura en dispositivos electrónicos.