El uso excesivo de aparatos tecnológicos se propicia en esta época, donde el clima es más frío y se evita estar al aire libre por tiempo prolongado. Este hábito puede generar malestares en la vista en los niños.
El invierno se acerca y en esta época pasamos más tiempo dentro de nuestras casas. Sin embargo la cantidad de luz artificial, la televisión y los videojuegos pueden producir molestias en la visión de los niños, ya que son quienes más utilizan estos artefactos tecnológicos.
Hace algunos años, se masificó la creencia de que las pantallas emitían radiaciones ionizantes, que generaban daños a la vista. Varias investigaciones han desmentido esta afirmación, ya que no se encontraron pruebas de que la tecnología produzca afecciones visuales o que contribuya a la profesión de enfermedades como la miopía o el astigmatismo.
No obstante, está comprobado de que las pantallas pueden causar ardor ocular, enrojecimiento del ojo, cansancio visual, vista borrosa y dolor de cabeza en las personas que las ocupan por periodos extendidos. Esta molestia se denomina Síndrome Visual relacionado al Computador.
La reducción en la frecuencia del parpadeo, demasiado tiempo de enfoque de visión cercana, la mala iluminación y problemas refractivos existentes pero desconocidos por la persona, son algunas de las consecuenciasxa0 de este mal.
Recomendaciones para evitar molestias en la visión
Es aconsejable pasar más tiempo al aire libre, ya que enfocar cuerpos lejanos contribuye a reducir el riesgo a desarrollar miopía.
Asimismo, no debes permitir más de 1 ó 2 horas diarias de televisión, computador o videojuegos a tus niños, para evitar la fatiga visual. Tampoco deben ocupar estos dispositivos mientras realizan sus tareas.
Al mirar la pantalla del computador, se recomienda mantener una distancia entre 40 a 70 centímetros, así como realizar descansos de 5 minutos cada media hora. Además, el centro de la pantalla debe ubicarse xa0a 20 centímetros por debajo del nivel de la visión.
La aplicación de lágrimas artificiales pueden aliviar los malestares. Por último, es primordial llevar a controles oftalmológicos periódicos a los menores, sobre todo si presentan síntomas de alguna deficiencia visual.