El glaucoma es el primer motivo de ceguera irreversible en el mundo, estando presente en el 2% de la población mundial. Los latinos mayores de 40 años son quienes tienen más riesgos de contraer la enfermedad, según especialistas.
En este sentido, muchos oftalmólogos se centran en detectar el glaucoma, aun cuando el paciente llega por cualquier otra causa a la consulta, como ojo rojo, picazón o una visión deficiente. Cualquier persona puede sufrir esta patología, desde recién nacidos hasta individuos en edad adulta. No obstante, hay factores de riesgo, como los antecedentes hereditarios. Esta condición aumenta 10 veces las probabilidades de desarrollar la enfermedad.
Además, los mayores de 50 años de edad que tienen miopía elevada (mayor a – 6.00 dioptrias), pacientes con migraña y diabetes mellitus también son más propensos a sufrir la afección.
Específicamente, ¿qué es el glaucoma?
El glaucoma es una patología degenerativa del nervio óptico, que se caracteriza por un daño gradual del campo visual, avanzando hasta producir ceguera. El principal motivo de evolución de la enfermedad es la presión intraocular alta.
Tipos de glaucoma
Hay diferentes tipos de glaucoma, entre los que tenemos:
– Glaucoma de ángulo abierto: es el más habitual. En conjunto con el glaucoma de ángulo cerrado, se caracteriza por el incremento de la presión intraocular que aprieta las fibras del nervio óptico, derivando en un daño irreversible.
– Glaucoma congénito: aparece por causas de nacimiento, estando vinculado a otros síndromes congénitos.
– De tipo secundario: es generado por otra afección o trastorno que surge en el ojo del paciente.