La dislexia es una condición que no tiene cura. Sin embargo, un tratamiento apropiado y temprano puede mejorar notoriamente la capacidad lectora y comprensión. Así lo asegura una investigación encabezada por Ibone Saralegui, licenciada en medicina y cirugía por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
La investigadora explica que “la dislexia es la dificultad que presentan algunos niños para adquirir las destrezas lectoras, dificultad que les impide alcanzar con normalidad los aprendizajes relacionados con la escritura, independientemente de sus otras destrezas cognitivas, como la inteligencia, el razonamiento o la memoria”.
Por lo general, se ha vinculado a la dislexia con inconvenientes de percepción visual. No obstante estudios recientes desmitifican esta creencia. El trabajo se realizó a partir de pruebas de resonancia magnética funcional para analizar la red neuronal vinculada con la lectura en niños disléxicos que no hayan tenido un tratamiento específico anteriormente. Las conclusiones del estudio arrojan que los lectores con dislexia muestran una red neuronal para la lectura diferenciada de los normolectores y de quienes tienen anomalías de la movilidad ocular. Es decir, la dislexia no tiene nada que ver con problemas visuales.
Terapias oculares
La investigadora enfatiza que la dislexia no tiene una causa única y que es posible que intervengan distintos factores en su desarrollo. “En cualquier caso, uno de sus principales causantes es una alteración en la ruta fonológica para la lectura de los niños, lo que tiene una gran incidencia en la terapia que se les debe aplicar. Las terapias visuales y auditivas, por ejemplo, no son adecuadas en el tratamiento de estos niños”, indica.
La especialista explica que la dislexia no tiene cura. “Muchos padres van a la consulta del oftalmólogo o del logopeda pensando que, tras un buen tratamiento, su hijo va a dejar de ser disléxico”, argumenta. Sin embargo, agrega que con un tratamiento temprano y correcto, se puede mejorar considerablemente la habilidad lectora y la capacidad de comprensión.
Fuente: abc.es