El glaucoma es una enfermedad caracterizada por elevar la presión intraocular hasta un nivel que produce un daño irreversible en las fibras del nervio óptico. Cuando la totalidad de las fibras del nervio óptico se han dañado, se pierde por completo la capacidad de transmitir imágenes al cerebro, encontrándonos ante una ceguera total.
Esta enfermedad tiene diferentes niveles de disminución de la vista. A continuación, veremos algunos ejemplos de cómo una persona con glaucoma ve en diferentes niveles de ceguera.
Visión normal
Glaucoma leve
Glaucoma avanzado
xa0Glaucoma extremo
Si bien no se puede curar, el glaucoma puede controlarse mediante tratamiento. Esto significa que el diagnóstico y el tratamiento en una etapa temprana son muy importantes para proteger la visión. La mayoría de los oftalmólogos utilizan medicamentos cuando el glaucoma es recién detectado.
Los tratamientos incluyen:
Medicamentos
El tratamiento más común para el glaucoma recién diagnosticado son medicamentos. Vienen en forma de gotas y pastillas (en casos graves). Algunos hacen que el ojo produzca menos líquido. Otros bajan la presión del ojo al mejorar el drenaje del líquido del ojo.
Cirugía con láser (trabeculoplastia con láser)
La cirugía con láser facilita la salida del líquido del ojo. Si bien el oftalmólogo puede sugerir la cirugía láser en cualquier momento, se suele realizar después de haber probado el tratamiento con medicamentos. En muchos casos, es necesario continuar con los medicamentos para el glaucoma aún después de la cirugía con láser.
Cirugía convencional
El propósito de la cirugía es hacer un nuevo orificio para que salga el líquido del ojo. Si bien el oftalmólogo puede sugerirla en cualquier momento, este tipo de cirugía se suele realizar cuando la presión no se puede controlar mediante medicamentos o cirugía con láser.
Vea aquí un simulador de glaucoma