La alergia en los ojos debido a los ácaros u otros factores es un malestar más común de lo que se piensa. El ardor, lagrimeo y picazón son algunas de estas manifestaciones, las que pueden significar la presencia de este tipo de afecciones o de una conjuntivitis alérgica.
Los ojos son órganos bastante sensibles. Si bien esta afección puede generar visión borrosa y diversas molestias, esta patología no incide de manera permanente en la visión, en contraste con otras infecciones que pueden dejar secuelas.
Por ende, de existir estos síntomas, es de suma importancia acudir a una consulta oftalmológica para determinar la enfermedad existente y aplicar un tratamiento apropiado.
Muchas personas se preguntan por qué ocurren las alergias en los ojos. La operación del sistema inmunitario es cuidar al organismo de sustancias nocivas, como las bacterias y los virus. El sistema reacciona frente a elementos extraños, denominados alérgenos – a los que el paciente es alérgico – que generalmente no producen ningún inconveniente en la mayor parte de las personas. No obstante, en un individuo con el sistema inmune hipersensible tendrá una reacción extrema.
En la alergia visual, el problema empieza cuando la conjuntiva – membrana que cubre la zona interna del párpado y área blanca del ojo – tiene contacto con un alérgeno. Al intentar contrarrestar lo que considera como un “ataque”, este sistema genera anticuerpos que provocan que el ojo libere histaminas y otras sustancias para luchar contra el alérgeno. Esto causa enrojecimiento, lagrimeo y picazón, síntomas que pueden ser independientes o ir acompañados con las manifestaciones de la alergia nasal.
Cómo evitar las alergias en los ojos
Los expertos recomiendan las siguientes medidas para prevenir las alergias visuales:
– Si se determina que el polen afecta, evitar salir cuando los niveles de éste son mayores. Generalmente, ocurre a media mañana o durante la noche. Asimismo, es importante mantener las ventanas cerradas. También es importante mencionar que los ventiladores son perjudiciales, ya que esparcen el polen, el polvo y las esporas en el aire. Si inevitablemente debes ir al exterior, utiliza lentes de sol grandes.
– Lavar la ropa de cama frecuentemente para eliminar ácaros presentes. Además, cubrir el colchón y almohadas con fundas antialérgicas. Por último, si el colchón ya tiene 10 años o más de uso, adquirir uno nuevo. La mayor parte de los colchones antiguos poseen múltiples alérgenos.
– Mantener el piso limpio. Pasar un trapeador húmedo también es conveniente, además de pasar la aspiradora o barrer. Si la alergia es grave, lo ideal es quitar las alfombras y reemplazarlas por pisos de losa o madera.
– Evitar las cortinas de tela que acumulan humedad y polvo. De la misma forma, limpiar la cocina y el baño con sustancias que posean cloro para suprimir la mayor cantidad de moho que sea posible.