Al momento de mirar un objeto, estamos usando diversos músculos para realizar el movimiento de los ojos y poder enfocar. Si tenemos algún inconveniente con estos músculos, los ojos no funcionarán adecuadamente.
Ciertos trastornos de movimientos oculares se desarrollan al nacer. Otros van apareciendo con el paso del tiempo y pueden estar vinculados a otros inconvenientes como, por ejemplo, lesiones. Los tratamientos para estos problemas incluyen anteojos, ejercicios para los músculos oculares e incluso cirugía. El oftalmólogo será el encargado de prescribir el método adecuado, según el estado del paciente y la patología.
Los problemas más habituales de movimiento ocular son el estrabismo y el nistagmo. El primero es un trastorno donde los globos oculares no se alinean en la misma dirección, teniendo como resultado ojos cruzados o bizcos.
Por su parte, el nistagmo consiste en movimientos incontrolablesxa0 y rápidos del ojo. Las siguientes condiciones favorecen la aparición de esta enfermedad:
- Cataratas congénitas: algunos niños sufren de movimientos oculares involuntarios en el nacimiento. Generalmente, las cataratas congénitas generan este problema, especialmente si la catarata tiene una alta incidencia en la visión.
xa0 xa0 xa0 xa0 xa0 xa0 xa0Las cataratas pueden producir una mancha blanca en la pupila y un desinterés visual por parte de los menores.
- Condiciones sistemáticas: enfermedades o algunas condiciones, como por ejemplo el albinismo, pueden derivar en nistagmo. El albinismo provoca varios inconvenientes visuales además del movimiento ocular involuntario, como desalineación del ojo, errores de refracción y fotofobia, según indica la Clínica Mayo.
xa0 xa0 xa0 xa0 xa0Otras situaciones que pueden causar nistagmo son condiciones internas auditivas, intoxicaciones por drogas, alcohol o fármacos xa0 xa0 xa0 xa0 xa0 prescritos.
- Motivos neurológicos: desórdenes de esta índole, como un tumor cerebral o esclerosis múltiple, pueden terminar en nistagmo. En la mayor parte de las condiciones neurológicas los movimientos visuales involuntarios no van a mejorar, pudiendo empeorar progresivamente junto al trastorno.
Después de solucionar los problemas neurológicos que desencadenaron el nistagmo, es posible que algunos pacientes vuelvan a tener un control total de sus movimientos oculares, mientras que otros podrían seguir sufriendo movimientos involuntarios.
Es de suma importancia que acudir regularmente a controles oftalmológico, con el fin de detectar alguna posible patología y comenzar un tratamiento oportuno para evitar algún daño ocular grave.