Una nueva moda entre los jóvenes japoneses supone un gran riesgo para la salud visual. Se trata de una extraña costumbre de lamerse los ojos, que podría derivar en problemas oftalmológicos e incluso en la pérdida de la visión.
Según un diario británico, esta práctica denominada “Oculolinctus” habría comenzado por un video musical donde sus protagonistas aparecen lamiéndose los ojos. Luego de esto, el tema se masificó por Internet llegando a diversas plataformas.
El mismo periódico sostiene que el gusto por esta moda puede deberse a la cantidad de nervios que posee la córnea. El ojo es extremadamente sensible, ya que necesita detectar cuando minúsculos cuerpos extraños ingresan al ojo.
El peligro de esta práctica
Varios blogs del noreste asiático muestran el testimonio de un profesor japonés, que asegura que sus estudiantes han adoptado esta rara costumbre. Esto ha incrementado notoriamente las cantidades de infecciones en los ojos.
Si bien la fuente de esta información es vaga, expertos de Estados Unidos advirtieron que esta acción efectivamente podría ocasionar contagios por bacterias. El doctor Robert Glatter afirma que esta práctica es bastante peligrosa, porque puede derivar en infecciones bacterianas como la conjuntivitis.
El riesgo radica en que la cantidad de bacterias presentes en la lengua es infinitamente mayor en comparación a las que se encuentran en los ojos.
Debido a la sensibilidad de los órganos de la visión, el doctor Phillip Rizzuto, vocero de la Academia de Oftalmología de Estados Unidos, no recomienda por ningún motivo adoptar esta conducta. Asimismo, agrega que no se aconseja siquiera compartir elementos como los lentes de contacto
Riesgo de ceguera
Otra patología que puede transmitirse a través de esta costumbre es la clamidia, una bacteria de transmisión sexual que puede generar ceguera si llega a contagiar al ojo. Así lo afirman los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos. Igualmente, la superficie de la lengua puede lesionar la córnea por abrasión.
Clamidia y ojos de bebés
En mujeres embarazadas, la clamidia que no se trata se vincula con nacimientos prematuros. Asimismo, se contagia al recién nacido y le ocasiona infecciones oculares. Por ende, todas las mujeres deben realizarse pruebas para detectar la posible presencia de esta patología en su primera visita prenatal.