El uso de lentes en niños podría generar el lamentable bullying, afectando severamente en su autoestima y notas en el colegio.

Los niños pueden padecer una multiplicidad de problemas visuales, ya sea estrabismo, ambliopía, astigmatismo, hipermetropía o miopía, por nombrar los más comunes. Esto repercute notoriamente en su rendimiento escolar, por lo que una de las formas de corrección más habituales para estos problemas es el uso de lentes.

No obstante, la utilización de estos correctores oculares puede ser desaminada por la sensación de diferencia ante el resto o la crítica por parte de los compañeros del colegio, cayendo en la práctica del denominado “bullying”. Así lo señala Luis merino, integrante de la Asociación Mexicana de Oftalmología Pediátrica.

La lamentable situación genera que los menores no deseen usar los lentes o los esconda, provocando que las complicaciones oculares permanezcan y se agraven. Esta conducta intencionada y repetitiva de molestar a algún compañero parece ocurrir sin motivaciones definidas y puede ser acogida por un alumno o más.

Otras causas por la que un niño es incomodado y agredido en el colegio son diferencias en el color de la piel, sobrepeso, debilidad ante el agresor, carencia de habilidades sociales y situación socioeconómica desfavorable, entre muchas más.

El experto agrega que los efectos derivados del bullying pueden ser una baja en el rendimiento escolar y autoestima, depresión, ansiedad, problemas de socialización y, en situaciones más extremas, la deserción académica.

Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80% de las complicaciones oculares pueden evitarse si se tratan a tiempo. La infancia es el momento óptimo para la corrección de las patologías oculares y uno los métodos para conseguirlo es la utilización de lentes.

Recomendaciones para evitar el bullying

Como señalamos, factores como la agresión física y/o psicológica en el aula pueden generar el rechazo de los niños hacia sus lentes. Por ende, es importante que los menores participen al escoger los lentes que usarán. Los anteojos pueden cumplir su función y a la vez tener un diseño atractivo. Al sentir que lucen bien, los niños fortalecerán su confianza en sí mismos.

Un estudio llevado a cabo en estudiantes por Transitions Optical para conocer los componentes que inciden al seleccionar lentes, detectó que en el 90% de los casos los menores eligieron los lentes fotosensibles, en desmedro a los lentes claros. Esto por su calidad visual y porque tienen mayor aceptación entre sus pares.

Por último, es importante que los padres ayuden a reforzar la seguridad de los niños inculcando valores diferentes al aspecto físico. Asimismo, se les debe recordar que estos anteojos son un signo de inteligencia y que, si tienen un diseño atrayente, tendrán aceptación dentro de la clase.

 

 

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