La inyección en la retina de células fotosensibles es un método que se desarrolla rápidamente, pero existen ciertas dudas sobre la calidad de la visión recuperada, advierten los científicos.
Científicos británicos lograron restaurar la visión de ratones totalmente ciegos con una inyección de células fotorreceptoras en el ojo. El equipo de la Universidad de Oxford afirma que la investigación está basada en tratamientos que podrían ser utilizados en personas con enfermedades oculares degenerativas.
Una solución sin cirugías
El tratamiento es temporal y no requiere cirugía y podría ofrecer una nueva vía para restaurar la visión que no supone implantar microchips o realizar transplantes de células madre, dos de las técnicas que están siendo investigadas.
Algo similar se logró ya el año pasado con ratones con ceguera nocturna. Los expertos sostienen que este campo de investigación está avanzando rápidamente, pero todavía hay algunas dudas sobre la calidad de la visión que se ha logrado restablecer.
La retinitis pigmentosa provoca la pérdida gradual de las células fotorreceptores de la retina, encargadas de permitir la visión en condiciones de baja luminosidad, y la persona eventualmente puede perder la vista.
El equipo científico llevó a cabo experimentos con ratones que carecían de células fotosensibles en sus retinas y que no podían distinguir entre la luz y la oscuridad.
Los científicos inyectaron células indiferenciadas en la estructura de retina y al cabo de dos semanas la retina recuperó toda su estructura.
«Logramos recrear toda la estructura, básicamente es la primera prueba de que puedes tomar a un ratón completamente ciego, inyectarle las células y reconstruir toda la capa fotorreceptora».
El profesor Robert MacLaren, quien dirigió el estudio, explica: «Logramos recrear toda la estructura, básicamente es la primera prueba de que puedes tomar a un ratón completamente ciego, inyectarle las células y reconstruir toda la capa fotorreceptora».
Los ratones fueron sometidos a pruebas para ver si se escondían cuando estaban una zona iluminada, si sus pupilas se contraían en respuesta a la luz, y también se les realizaron escáneres para ver si el cerebro estaba procesando la información visual.
Los científicos afirmaron que están trabajando en la siguiente generación de sustancias químicas para posteriores experimentos en ratones.