El Braille es un lenguaje para invidentes, inventado por el francés Luis Braille, quien le dio nombre al conjunto de signos que facilitó la tarea de lecto-escritura a los no videntes.
Luis Braille nació en Coupvray, Francia, el 4 de enero de 1809. A los tres años de edad sufrió un accidente que le privó de la vista: trataba de imitar la labor de su padre en el taller familiar de talabartería y se dañó uno de los ojos con el punzón que utilizaba para perforar el cuero.
Cuando cumplió los diez años ingresó en el Instituto Nacional de Jóvenes Ciegos de París, una de las primeras instituciones especializadas en este campo que se inauguraron en todo el mundo. Era un estudiante que poseía dotes para la ciencia y la música, e interpretaba órgano y violonchelo.
Posteriormente, empezó a ejercer como profesor en dicho Instituto; y comenzó a trabajar en un sistema propio de lectura y escritura para ciegos, modificando el lenguaje de puntos de Barbier que servía para enviar mensajes cifrados del ejército.
El nacimiento de un lenguaje universal
A los 15 años, el joven Louis Braille inventaba un sistema de puntos que iba a perdurar y facilitar la comunicación escrita de invidentes para siempre.
El método Braille es en la actualidad el sistema de lectura y escritura universalmente adoptado en los programas de educación de invidentes. Utiliza puntos y guiones en relieve sobre cartón, y se usa con algunas modificaciones de acuerdo a las adaptaciones a cada lengua.
Características del Braille
- El Braille es un alfabeto en el que se lee moviendo la mano de izquierda a derecha, pasando los dedos por cada línea.
- Los ciegos tienen muy desarrollados los otros sentidos, por tal motivo, leen al tacto, pasando sus dedos por el texto, marcado por puntos y guiones en relieve.
- Una celda de Braille consiste de seis puntos en relieve perceptibles al tacto. Al arreglar los puntos en varias combinaciones, se pueden formar 64 patrones diferentes.
La gran aportación de Louis Braillexa0a la educación y a la calidad de vida de la población invidente fue finalmente reconocida en su país: en 1952, cuando se cumplía el centenario de su muerte, su cuerpo fue trasladado al Panteón parisino donde reposan los restos de los héroes nacionales.