La combinación de dos técnicas que permiten tallar y fortalecer la córnea le permitió a un equipo de oftalmólogos argentinos frenar el avance de un trastorno ocular que modifica la córnea hasta que parece un cono. Esta deformación, conocida como queratocono, produce inicialmente miopía y astigmatismo, que pueden avanzar tan rápido como para no poder ver bien ni con varios cambios de anteojos o lentes de contacto en poco tiempo.
En los dos años que duró el seguimiento de los 52 ojos con queratocono incipiente tratados con este nuevo procedimiento, los pacientes dejaron de usar anteojos o lentes de contacto y el 68% recuperó la curvatura normal de la córnea.
«Cada vez veíamos más pacientes con queratocono. Son muchos de los que llegan y dicen «Veo mal, borroso y quiero operarme con láser» o «Cambié tres pares de anteojos en seis meses y no puedo ver bien». Con este nuevo procedimiento pudimos mejorarles la agudeza visual, pero sin agravar el queratocono«, precisó la doctora Pilar Nano, especialista en segmento anterior del Instituto de Ojos Dr. Hugo Daniel Nano y autora principal del estudio premiado por la Academia Estadounidense de Oftalmología y considerado «un avance muy importante» por el Consejo Argentino de Oftalmología.
Las dos técnicas se aplican en una misma intervención. Primero, se utiliza láser para corregir el defecto óptico mediante la técnica fotoqueratectomía refractiva (PRK, por sus siglas en inglés). Una vez tallada la córnea, se desliza la camilla del paciente hasta el equipo de Cross Linking, un procedimiento que fortalece el tejido corneal. Aquí, se aplica una vitamina B en gotas en el ojo a tratar y a los 30 minutos, un disparo de luz ultravioleta. «La vitamina actúa como escudo para proteger el resto de las estructuras del ojo -precisó la doctora Nano-. Con la luz ultravioleta se produce una reacción química que refuerza las uniones de colágeno, lo que fortalece la córnea.»