Beber agua puede ayudar a combatir la sequedad visual, la cual puede ser un signo de que tu organismo está deshidratado. Por ende, su consumo diario es una medida fundamental para mantener a tus ojos saludables.
Los beneficios del agua en tus ojos
Beber el agua suficiente es primordial para que los sistemas del cuerpo funcionen correctamente y que los ojos generen lágrimas. Las lágrimas son las que permiten que la membrana mucosa que recubre al ojo, la conjuntiva, esté húmeda.
La cantidad de agua diaria aconsejada por los especialistas es de 8 a 10 vasos. No obstante, para sentir un alivio en los ojos quizá sea necesario beber más de lo sugerido, especialmente en personas que consumen diuréticos habitualmente, como el café o cualquier otra bebida cafeinada. Lo mismo aplica para quienes viven en climas secos y ventosos.
Síndrome del ojo seco y otras medidas de prevención
El síndrome del ojo seco consiste en una sensación de “arenosidad”, vista borrosa, fotofobia y una serie de otros síntomas en los globos oculares. Aunque se debe a varios factores, uno de los más comunes es parpadear con menos frecuencia debido a tener la vista fija en la pantalla del computador por un tiempo prolongado.
Además de la ingesta de agua para evitar este problema, se debe intentar reducir los factores ambientales y las acciones que puedan contribuir a tener ojo seco. Por ejemplo, al habitar en zonas con climas como los mencionados, se puede utilizar lentes de sol.
Asimismo, prescindir del cigarrillo y consumir bebidas cafeinadas con moderación son otras medidas que ayudan a evitar este problema. Por último, al estar frente alguna pantalla electrónica durante la mayor parte del día, es importante realizar pausas, pestañear con más regularidad y enfocar algún objeto lejano.
Tratamiento oftalmológico
Hay que consultar con un especialista si se necesita algún tratamiento adicional para esta afección. Si los síntomas persisten aunque se beba agua, el oftalmólogo puede diagnosticar el mencionado síndrome del ojo seco, una carencia de lubricación crónica en la superficie del ojo.
Dependiendo de la gravedad de los síntomas, podría recetar ciertos medicamentos como lágrimas artificiales para controlar esta patología.