El tracoma, también conocido como la “ceguera de los pobres”, es una enfermedad que afecta a 84 millones de personas en el mundo, siendo la causa primordial de invidencia por una infección. Un tratamiento que está en fase experimental ha mostrado resultados positivos en monos.

La patología está en todo el mundo, sobre todo en áreas rurales de países en desarrollo. Generalmente, afecta a los niños. La infección empieza de manera lenta como una inflamación del tejido que cubre a los párpados y que, de no haber un tratamiento oportuno, puede derivar en una cicatrización y ceguera.

Investigación para erradicar el tracoma

Ante esta enfermedad, expertos del Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos probaron en monos una vacuna que evita- o al menos amortigua- las consecuencias del temido tracoma. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de todo el mundo hay 8 millones de personas que han perdido de manera total o parcial la vista de forma irreversible debido a esta afección.

Harlan Caldwell, autor del estudio y jefe de laboratorio en el NIH, afirma que el equipo podrá “eliminar el tracoma cegador”. Esto pretenden lograrlo mediante “una vacuna que prevenga la enfermedad o interrumpa la trasmisión de niños a adultos ayudará a erradicarla”. Este tratamiento de prevención se aplicaría en los menores antes de que se expongan a la bacteria.

Estrategias actuales contra el tracoma

Para combatir el tracoma, actualmente se sigue una estrategia denominada SAFE, la cual se basa en la prevención a través de la higiene corporal y un ambiente saludable, así como un tratamiento con antibióticos y cirugía, si es que es necesaria.

Caldwell explica que la azitromicina, el antibiótico más efectivo contra esta enfermedad, funciona cuando se aplica en dosis bastante frecuentes, por lo que no es una solución factible en las poblaciones donde mayormente ocurre esta patología.xa0 Asimismo, agrega que es compleja su administración en las naciones más deprimidas económicamente, donde “el tracoma es altamente endémico”.

Por ende, este fármaco surgiría como una opción al antibiótico. El líder del estudio concluye que, al ver la efectividad de la inyección en primates, podría evitar la infección o disminuir su incidencia de manera considerable y superior en comparación a la azitromicina.

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