En primavera, las plantas empiezan su proceso de reproducción, donde distintos pólenes son enviados al medio ambiente. Estas sustancias generan reacciones alérgicas estacionales en gran parte de la población. La alergia también puede afectar tus ojos.
Las sugerencias principales son evitar el contacto con el alérgeno, situación que no siempre es simple. Los agentes fundamentales que causan o empeoran un cuadro alérgico son el polen, polvo, agentes químicos, humo de cigarrillo y gases de combustión de hidrocarburos
Los síntomas de la alergia ocular son picazón, lagrimeo excesivo, ojos rojos, secreción, inflamación o edema en los párpados. Estas manifestaciones pueden generar una peor calidad de vida e incluso una baja del rendimiento laboral o estudiantil.
Si bien un tratamiento en la mayor parte de los casos alivia las manifestaciones, la condición retorna si se mantiene la exposición al agente que provoca la alergia. Por este motivo, existe una serie de sugerencias realizadas por expertos para ayudar a evitar el contacto con este tipo de agentes. Entre estos, tenemos:
- Mantener ventilados los ambientes del hogar.
- Evitar el contacto con alfombras y peluches. Por ende, es recomendable retirarlas de los dormitorios.
- Evitar la exposición a agentes químicos y gases.
- Recambiar los filtros de los equipos de aire acondicionado. Esto contribuye a minimizar el contacto con el polen de las plantas en los interiores.
- Usar lentes de sol, para cuidarse del viento.
- Mantener las ventanas cerradas de los vehículos en estación de polinización.
A través de todas estas sugerencias, se podrán atenuar los síntomas oculares de las molestas alergias de primavera.