La almendra es un fruto seco rico en vitamina E, nutriente que ha probado ser útil para aplazar el surgimiento de la degeneración macular, una enfermedad visual que afecta a la mácula del ojo, quitando gradualmente la visión central. Asimismo, contiene la amígdala de nutrientes contra el cáncer, también reconocido como laetrilo o vitamina B17.
Este fruto contiene los siguientes componentes:
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Proteínas.
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Fibra.
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Vitamina E (que es un antioxidante).
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Grasas no saturadas, (reconocidas como las más saludables).
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Ácidos grasos Omega-3.
Gracias a estos nutrientes, las almendras fomentan el bienestar general. Ayudan al control del peso y colesterol, así como también previene inconvenientes al corazón. Esto porque evitan la coagulación de la sangre, contribuye a que las paredes sean más flexibles y que no se endurezcan o obstruyan de manera simple.
Por este motivo, este alimento es recomendado los cardiólogos, nutricionistas y por la Asociación Americana del Corazón.
Asimismo, además de esta ventaja, una investigación publicada en la revista especializada “ Archives of Internal Medicine” comprueba que las nueces, entre estas las almendras y las nueces de nogal, pueden también ayudar a disminuir los niveles de grasa (o lípidos) en la sangre.
No obstante, la Asociación recomienda un consumo moderado. Lo ideal es incluirla en la dieta según las sugerencias de un profesional de la nutrición.