La prueba de Schirmer consiste en un test que establece si el ojo genera las lágrimas suficientes para mantenerlo húmedo. El examen se lleva a cabo cuando un paciente presenta sus ojos demasiado secos o sufre un lagrimeo excesivo.
Para llevar a cabo este test, el oftalmólogo pondrá una tira especial de papel en el interior del párpado inferior de cada ojo, por debajo del párpado que, por lo general, es el inferior. Los dos ojos se examinan al mismo tiempo. Por otra parte, antes del examen, se le administrarán gota oftálmicas anestésicas, con el objetivo de prevenir el lagrimeo de los ojos, por la irritación provocada por las tiras de papel.
Si bien la duración del proceso puede variar, la mayor parte de las veces los ojos se cierran por 5 minutos. Los órganos visuales deben cerrarse suavemente, ya que frotarlos o apretarlos durante el test puede derivar en resultados anómalos. Después de este tiempo, el médico retira el papel y determina qué tan húmedo está.
En algunas ocasiones, el examen se realiza sin gotas anestésicas, para encontrar otra clase de problemas de lagrimeo.
Por su parte, el examen con hebra de filo impregnada de rojo de fenol es parecido al test de Schirmer, con la diferencia que se usan rojas de un hijo especial, en lugar de tiras de papel. No se utilizan gotas anestésicas y el examen tiene una duración de 15 segundos.
Si se usan lentes de contacto, se solicitará retirarlos antes del examen. Algunos pacientes advierten que sostener el papel contra el ojo puede ser irritante o incómodo pero, por lo general, esta sensación es opacada por el efecto de las gotas anestésicas.
Los valores normales del test son más de 10 mm de humedad en el papel de filtro después de los 5 minutos. Asimismo, ambos ojos secretan la misma cantidad de lágrimas.