Suele ocurrir que en tu primera vez que usas lentes no tienes idea de cómo cuidarlos, limpiarlos y evitar que tengan algún daño. A continuación te presentamos recomendaciones que debes seguir para que estos permanezcan en perfecto estado.

Protección.

Se acostumbra mucho llevar los lentes puestos, colgados en la camisa o sobre la cabeza. Sin embargo, dos de estas acciones dañan el cristal especial del que están hechos tus lentes. Si no los tienes puesto o estás usando, es bueno que los guardes de inmediado dentro del estuche que la óptica te entregó al momento de obtenerlos.

Los lentes al estar fabricados de materiales delicados, se dañana fácilmente. Incluso, si no se llega a ver el problema.

Limpieza.

Usualmente se ven los lentes con marcas o manchas de dedos en los cristales. Por comodidad se tiene la costumbre de limpiarlos con la punta de la polera, camisa o blusa. Bueno, esto está mal. Los lentes al estar hechos con fibras delicadas, ante un mínimo roce se rayan. ¿Qué hacer en este caso? Límpialos siempre con paños de microfibras, que usualmente vienen dentro del estuche cuando obtienes tus lentes, y con un líquido especial. Este último lo puedes adquirir en cualquier optica.

El paño al estar compuesto de microfibras, evita que tus lentes se rayen. Sin embargo, verifica antes de la limpieza, que estén son polvo acumulado. Por otro lado, el líquido especial es bueno ya que evitará que tus anteojos se empañen con el calor.

Si no cuentas con estos elementos, puedes utilizar un jabón líquido neutro con agua más un paño de seda. No obstante, ten cuidado con la fuerza que hagas al momento de limpiar, sino se podrían dañar fácilmente.

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