Solamente uno de cada cuatro estudiantes acude a una revisión oftalmológica al menos una vez al año y, además, la mitad de quienes necesitan lentes los usan, dado que sus padres no los llevan a chequeo. Así lo determinó un estudio del Consejo General de Colegios de Ópticos- Optometristas de España. El 25% de los alumnos tienen problemas a la vista como la miopía, hipermetropía y el estrabismo.
Ante esta situación, los especialistas aconsejan expresamente a los padres de los escolares que los lleven a un control oftalmológico al menos una vez durante el año.
Los expertos agregan que esta situación puede derivar en un menor rendimiento académico o un desinterés por las asignatura, por lo que las restricciones que provoca una anomalía visual en un niño son más de las pensadas.
El presidente de la entidad española, Juan Carlos Martínez, sostiene que la mayor parte de los padres no sabe que casi el 30% de los fracasos escolares se da por problemas de la visión.
Asimismo, en su mayoría, los menores no se quejan al sufrir una complicación ocular. Según el directivo, los estudiantes cada vez está haciendo más actividades donde se lleva a cabo un gran esfuerzo de una visión de cerca, como por ejemplo ver televisión, utilizar el computador, jugar con consolas o leer.
De la misma manera, Martínez afirma que el 10% también sufre de ambliopía u ojo vago, por lo que enfatiza la relevancia de asistir a un experto porque los niños no saben cuándo están padeciendo alguna patología de la visión.
Atención a los síntomas
Por estos motivos, los especialistas recomiendan a padres y profesores poner especial atención a los posibles síntomas, como por ejemplo que los niños eviten tareas asociadas con la visión cercana, tener problemas al leer, guiñar los ojos o fruncir el ceño para intentar enfocar un elemento de lejos o de cerca, irritación en los globos oculares al escribir o leer y sufrir de dolores de cabeza recurrentes.