Más del 90% de las personas que padecen glaucoma y que usan fármacos oculares confía en que su forma de aplicarse las gotas en los ojos es correcta. No obstante, menos de un tercio tiene las habilidades apropiadas. Así lo demostró un estudio realizado por científicos de la Universidad John Hopkins de Baltimore, Estados Unidos.
Alan L. Robin, director de la investigación, explica que saber cómo administrar las gotas oculares es de suma importancia, ya que la habilidad de aplicación o forma adecuada de poner el medicamento es un gran indicador de adhesión al tratamiento prescrito.
Los expertos señalan que se deben considerar varios aspectos. Por ejemplo, es primordial que la gota ingrese en el ojo sin tocarlo con la punta del recipiente, ya que esta acción podría generar “infecciones oculares graves”.
A través de grabaciones, el estudio dio cuenta de que en personas que ocupaban recipientes de 15 ml, solo en 21,9% pudo aplicarse una sola gota en el ojo sin tocar el envase. Por su parte, el 30,8 pudo hacerlo con un recipiente de 2,5 ml. En cuanto a otras acciones, solo el 1,7% se lavó las manos antes de administrarse el medicamento.
Recomendaciones de aplicación de gotas oculares
La “Guía de la buena prescripción”, editada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), incorpora diversos consejos para que la persona que sufre glaucoma se administre las gotas oculares de manera correcta.
xa0Primero, el documento explica que el paciente debe lavarse las manos antes de aplicar el fármaco y no tocar el cuentagotas abierto. Posteriormente, hay que mirar hacia arriba, tirar el párpado inferior hacia abajo y acercar el recipiente al área interior del párpado sin tocarlo. Luego, xa0debe aplicar las gotas y cerrar el ojo sin hacer presión durante unos dos minutos.
Si la persona ocupa más de un tipo de gotas para los ojos, se debe esperar a lo menos cinco minutos antes de poner las siguientes. Si es que ocurre una quemazón habitual, es importante consultar al oftalmólogo sobre esta situación.
En tratamientos para niños, la Guía de la Onu aconseja poner recostados a los menores con la cabeza recta y los ojos cerrados, mientras se les sujeta la frente. En esta posición, se ponen las gotas recetadas en el ángulo interior del globo ocular, denominado lagrimal. De esta forma, al abrirlo, se introducirán en él.