Una investigación realizada por un equipo de expertos de la Universidad de Northwestern, Estados Unidos, señala que los trabajadores que no cuentan con luz natural en sus lugares de trabajo tienen una peor calidad de vida y duermen menos horas durante la noche.
Como podemos ver, la luz del sol no solo es primordial para la supervivencia y crecimiento de organismos como plantas y flores: el ser humano también requiere de la luz natural para su correcto desarrollo.
Los científicos obtuvieron estos resultados analizando los casos de 50 personas que trabajaban en zonas con o sin ventanas. Los trabajadores que no tenían una cantidad de luz natural suficiente en su jornada, dormían alrededor de una hora menos, afirmaban realizar menos actividad física y veían afectada negativamente su producción xa0laboral.
Uno de los autores del estudio, Ivy Cheung, sostiene que existen hormonas como la melatonina, que solo pueden segregarse cuando la intensidad de la luz solar se reduce, preparando al organismo para dormir. Al carecer se luz ambiental, el cuerpo no consigue completar su ciclo normal del sueño.
De la misma forma, también se afectan otras hormonas dependientes de la melatonina, como el cortisol. Éste contribuye a que la persona se mantenga alerta durante su rutina. También incide en la hormona del crecimiento, que está asociada con la reproducción y la regeneración celular.
Además, el déficit de la luz solar más un exceso de luminaria artificial en zonas de trabajo cerradas, provocan que las personas pierdan la noción del tiempo y de del clima. A largo plazo, esta situación deriva en un bajo rendimiento y un desgaste de la salud mental.
En este aspecto, Cheung afirma que la calidad de vida y del sueño de los trabajadores que se desempeñan al interior de empresas podría optimizarse mejorando el diseño de las oficinas y su exposición al sol.
Problemas visuales
Por otra parte, Ginés Roa, óptico-optometrista e investigador de Neurociencia, sostiene que existe una relación entre la carencia de luz ambiental y el desarrollo de trastornos oftalmológicos. En este caso, se trata de la degeneración macular asociada a la edad, una enfermedad visual que es una de las principales causas de ceguera en mayores de 50 años.
Asimismo, agrega que una correcta iluminación ayuda a tener una mejor capacidad de atención, concentración y memoria auditiva y visual.