Estudios indican que existe una relación directa entre señales que entregan los ojos y el estado de la salud cardíaca. Por este motivo, es recomendable cuidar la salud tanto ocular como del resto del cuerpo.
Una investigación publicada en la revista PloS Medicine, concluye que los ojos pueden dar información acerca de la salud de nuestro corazón. Un análisis de los vasos sanguíneos del globo ocular indica el efecto de la poluciónxa0 sobre la salud de este órgano.
El método del trabajo consistió en identificar los efectos de la contaminación ambiental en 4.607 personas, de edades entre 45 y 84 años. Al fotografiar la retina, los investigadores analizaron el fondo del globo ocular. De esta forma, constataron que los individuos que pasaron poco tiempo en ambientes con aire contaminado tenían microvasosxa0 sanguíneos parecidos a los de personas mayores en tres años, en contraste con los que sufrieron una exposición prolongada, donde los vasos se veían siete años más envejecidos.
Estos vasos retinianos son representativos de los vasos pequeños de cualquier otra parte del organismo, como los que proveen al corazón. Así, se deduce que la contaminación ambiental incrementa el riesgo de enfermedades cardíacas. Las probabilidades de cardiopatías en mujeres que están en áreas con alta contaminación aumenta en un 3%, indica Sara Adar, coautora de la investigación.
Otros estudios
Existen otros estudios que han identificado la asociación entre los ojos y el estado del corazón. En la Universidad de Copenhague, Dinamarca, se comprobó que la presencia de algunas placas de grasa en los párpados tiene que ver con mayor propensión a desarrollar afecciones cardíacas.
Prevención
Así como los ojos entregan señales sobre patologías cardíacas, también indican otros problemas del organismo como el VHI, cáncer, enfermedades sistémicas, del hígado y diabetes.
Por ende, es relevante cuidar la salud visual porque, aparte de brindar una correcta visión, sirve para detectar otras posibles enfermedades. Es aconsejable prescindir del cigarrillo, mantener un peso recomendado por un especialista, realizar actividad física periódicamente, monitorear los niveles de colesterol, azúcar y glucosa (si eres diabético). También se recomienda tener controlada la presión arterial.
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