El albinismo es una condición congénita anómala y no una enfermedad. Las personas con albinismo presentan una baja agudeza visual, visión nocturna o en penumbra reducidas, visión en tres dimensiones limitada y nistagmo (movimiento involuntario de los ojos, habitualmente en horizontal).
Las imágenes que perciben las personas albinas son borrosas y les falta profundidad y contraste. La visión tridimensional anómala está causada por una conexión deficiente entre la retina y el cerebro. En las personas albinas las conexiones entre retina y cerebro son esencialmente cruzadas, lo que hace imposible que haya solapamiento de los campos visuales que permita integrar la imagen y percibirla adecuadamente en tres dimensiones. El grado de afectación de cada una de estas anomalías visuales es variable, en función del tipo de albinismo y de cada persona.
El examen que se realiza para ver si una persona tiene Albinismo o no es un sencillo examen de ojo, ya que lo que define a una persona con Albinismo son los anormales patrones de conexión de nervios entre el ojo y el cerebro y el desarrollo inadecuado de la retina.