La oftalmología tiroidea consiste en una enfermedad de origen autoinmune. Esto significa que las mismas defensas (glóbulos blancos y anticuerpos) generan daño en los órganos o tejidos corporales, por un problema en el sistema de “vigilancia inmunológica”.
En esta enfermedad, el ataque está enfocado sobre los tejidos que rodean los ojos, denominados tejidos orbitarios, incluyendo los músculos que controlan los movimientos visuales. Esto genera inflamación y un incremento de presión detrás del ojo, por lo que, a veces, el globo ocular es empujado hacia adelante, pudiendo también tener una inflamación externa.
¿Quiénes pueden sufrirla?
La oftalmopatía tiroidea es parte de los síntomas de la enfermedad de Graves, el único tipo de hipertiroidismo que se puede vincular a esta afección. También puede aparecer, de manera poco frecuente, en personas con hipotiroidismo por enfermedad de Hashimoto.
Las probabilidades de sufrir oftalmopatía tiroidea incrementa con el consumo de tabaco. En ciertos casos, el tratamiento del hipertiroidismo por enfermedad de Graves con yodo radiactivo puede predisponer al surgimiento o empeoramiento de la oftalmopatía, sobre todo si se agregan los dos factores de riesgo.
Los expertos indican que esto podría prevenirse con dosis bajas de corticoides por vía oral y prescindiendo del consumo de tabaco. Asimismo, el mal control de la función tiroidea, tanco el hipotiroidismo como el hipertiroidismo, puede acelerar la evolución de la oftalmopatía tiroidea.
Síntomas
Los síntomas visuales de la oftalmopatía tiroidea pueden ser moderados y variables. Entre estos, tenemos:
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Lagrimeo.
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Inflamación de párpados.
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Visión borrosa o doble (estrabismo).
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Inflamación del globo ocular.
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Pérdida de la calidad de visión.
Los síntomas pueden empezar entre 6 a 18 meses antes de diagnosticarse un inconveniente de hipertiroidismo, pero también puede detectarse después o al mismo tiempo.
Aunque la oftalmopatía tiroidea es completamente tratable, es relevante seguir los consejos de un endocrinólogo quien sugerirá dejar de fumar totalmente, así como un tratamiento a base de selenio, colirios hidratantes y, si es que es necesario, corticoides, para aliviar las manifestaciones.