El aire acondicionado en invierno, como es el caso de la calefacción, sin duda es una ayuda ante las bajas temperaturas. No obstante, este puede favorecer el surgimiento de molestias en los ojos. Una de estas es el ojo seco, una de las razones comunes de consulta durante esta época del año.
Este síndrome se genera cuando el globo ocular no es capaz de producir las lágrimas suficientes o cuando no tienen la calidad apropiada, evaporándose muy rápido. El ambiente reseco que promueven los aires acondicionados fomenta que las mucosas se resequen, incidiendo especialmente en los ojos.
En cuanto a los síntomas, el ojo seco se manifiesta con dolor, ardor, enrojecimiento y ojos cansados. También surge una sensación de arenilla, visión borrosa, problemas para abrir los ojos por la mañana e inflamación. A esto se le agrega la incomodidad que genera utilizar lentes de contacto, así como la sensación de falta de lágrimas o lagrimeo excesivo.
Si se dan estas manifestaciones, los profesionales pueden sugerir a sus pacientes el uso de lágrimas artificiales. Si la irritación se mantiene, es posible que el oftalmólogo ordene realizar un estudio de los componentes de la lágrima.
Esta situación puede surgir por una alteración en la secreción de los lípidos (grasa), por parte de las glándulas de meibomio de los párpados. Estas glándulas secretan una sustancia con doble función. La primera es lubricar la superficie ocular, mientras que la segunda es retardar la evaporación de la película lagrimal. Al ser alterados estos procesos, los párpados rozan la superficie del ojo al parpadear, generando la molesta sensación de “arenilla”. También, al evaporarse rápidamente la película lagrimal, la superficie queda expuesta al aire, se reseca y daña las células de estos tejidos, generando fotofobia y dolor.
Por estos motivos, los expertos sugieren a las personas que sufren de ojo seco evitar la exposición a la calefacción por tiempo prolongado, utilizar gotas lubricantes para evitar las molestias y asistir a la consulta de un especialista si estas persisten.