Esta condición afecta a la córnea, la cúpula transparente que cubre la parte frontal del ojo. Está compuesta de cinco capas, la más externa es llamada epitelio. Cuando el epitelio no está bien conectado al tejido de la córnea, incluyendo la llamada capa de Bowman o membrana basal, la erosión corneal puede ocurrir, si ocurre repetidamente, la condición es llamada erosión corneal recurrente.

El síntoma más común de la erosión corneal es el dolor, que puede variar de leve a severo. El dolor puede ser especialmente incómodo al despertar en la mañana, debido a que los ojos se secan naturalmente por la noche y el párpado puede pegarse ligeramente al epitelio.

Si el epitelio no está unido firmemente al tejido de la córnea, la acción de abrir los párpados puede causar un desgarramiento del epitelio. Sin un tratamiento, sus ojos pueden continuar sufriendo la erosión.

Otros síntomas incluyen:

  • Sensación de presencia de un objeto extraño en el ojo

  • Sensibilidad a la luz

  • Visión borrosa

  • Ojos llorosos (sobre todo al despertar)

  • Sequedad

La erosión corneal puede ocurrir espontáneamente y a cualquier persona. Algunos factores aumentan el riesgo de desarrollarla:

  • Tener historial de lesiones en el ojo

  • Tener una enfermedad de la córnea como la distrofia corneal

  • Haber tenido úlcera del ojo, por ejemplo una infección de herpes simple

  • Uso de lentes de contacto, incluyendo lentes mal ajustados a los ojos o que no han sido cuidados apropiadamente

El diagnóstico de esta condición consiste en un examen con una lámpara de hendidura, un instrumento que emite un haz de luz delgado y brillante sobre el ojo. Esto permite al su oftalmólogo examinar a fondo la parte frontal del ojo. Su También puede poner una mancha de fluoresceína en el ojo que indica las áreas de la córnea con erosión.

El oftalmólogo puede prescribir un ungüento lubricante para usar antes de dormir que ayude a evitar que el párpado se adhiera al epitelio. También pueden ser recomendadas las lágrimas artificiales para mantener los ojos húmedos durante el día. El ojo puede necesitar un parche, o usar un lente de contacto especialmente moldeado que actúe como venda. También es posible que se administren antibióticos durante algunos días hasta que el epitelio haya sanado.

Si las erosiones corneales son recurrentes a pesar de la lubricación durante la noche y el uso de lágrimas artificiales durante el día, el oftalmólogo puede recomendar una cirugía que ayude a la cicatrización del epitelio. Un tipo de cirugía, llamada punción estromal anterior, crea pequeñas cicatrices en la base del epitelio mediante el uso de una aguja muy fina. Se cree que ésta cicatrización actúa como un ancla para que el epitelio se adhiera mejor a la capa de la córnea bajo éste.

En el siguiente video podremos apreciar una erosión corneal secundaria provocada por un arañazo de una rama de material vegetal.

 

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