Un equipo de científicos del Departamento de Farmacia de la Facultad de Ciencias Químicas la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), en Argentina, crearon un film ultra delgado- parecido a un lente de contacto- que se adhiere al ojo y libera progresivamente un medicamento para frenar el desarrollo de la ceguera generado por el glaucoma.
La creación es una forma innovadora de aplicar Acetazolamida (AZM), fármaco usado para tratar esta afección ocular crónica. A nivel planetario, se estima que la patología afectará a 80 millones de personas en 2020.
El glaucoma es una enfermedad caracterizada por un incremento en la presión intraocular, que produce un daño irreversible en el nervio óptico y que reduce gradualmente la vista. Se puede diagnosticar a tiempo con revisiones oftalmológicas periódicas, pero no puede revertirse cuando ya hubo pérdida de visión. Medicamentos como la AZM preserva la presión intraocular baja, evitando la progresión de la patología.
En la actualidad, la única manera de administración del fármaco es por vía oral, ya que consiste en un compuesto poco soluble como para proporcionarlo en las gotas clásicas. Para que sea efectivo, se usan dosis altas, lo que produce efectos negativos como enfermedades en la sangre y diuresis.
Al contrario, este film ocular desarrollado por científicos de la UNC es una lámina de polímeros biocompatibles que se ubica en el saco conjuntival del globo ocular, en donde se adhiere. De esta forma, se puede evitar que los mecanismos del parpadeo y las lágrimas lo muevan lo lo saquen de su sitio mientras libera el compuesto activo progresivamente.
Las láminas visuales fueron elaboradas con polímetros usados en la industria farmacéutica para la producción de comprimidos, cosméticos o inyectables. El origen de la iniciativa se dio a través de una combinación de diversos materiales.