Los músculos que mueven al ojo pueden sufrir alteraciones que los privan de su capacidad de contracción parcial (paresis) o total (parálisis). En cualquiera de los dos casos, se produce diplopia, o sea, que el paciente ve doble todos los objetos, por lo que debe taparse uno para poder ver bien (se deben tapar los ojos alternativamente, porque si se tapan uno solo, corren el riesgo de que el ojo tapado no funcione más por acostumbramiento).
Las parálisis oculares reconocen como causa las enfermedades inflamatorias, tumorales, tóxicas y traumáticas. En general, la mayoría de las parálisis son reversibles en largo plazo.