La endotropia consiste en una desviación convergente del globo ocular, que comienza a darse desde los 6 meses de edad. En ciertas ocasiones, esta enfermedad oftalmológica deriva en la ambliopía, teniendo que utilizar parches para su tratamiento.
Esta patología posee tres variantes, que son las siguientes:
Endotropia congénita
Este tipo de endotropia se detecta a los 6 meses de edad. Se manifiesta como una enfermedad de gran ángulo, tortícolis y nigmatismo.
La afección se debe tratar con cirugía antes de los 18 meses. Asimismo, necesita controles periódicos por un posible desarrollo de hipermetropía. Si este defecto refractivo aparece, no incide en la magnitud del ángulo de desviación del ojo.
Endotropia concomitante adquirida
Esta es la forma más habitual de la enfermedad. Comienza alrededor de los 2 y 3 años de edad, teniendo una alta influencia hereditaria. Su inicio es brusco, generando estrés físico o emocional. Luego, se va incrementando el ángulo de desviación, hasta establecerse de manera permanente.
Cuando va acompañada de la hipermetropía, esta no es de gravedad y su corrección posee poca influencia en su ángulo de desviación.
Luego de solucionar los problemas de la hipermetropía y la ambliopía, si es que están presentes, esta clase de endotropia se trata a través de cirugía.
Endotropia acomodativa
La endotropia acomodativa se desarrolla pasados los 3 años de edad. Siendo de un inicio intermitente, la desviación no va en correspondencia con el grado de hipermetropía que se padece.
Habitualmente se vincula a la ambliopía, lo que implica un tratamiento con parches para mejorar la vista del ojo más “débil”. Los lentes serán indicados con el máximo de fórmula que se pueda, luego de la dilatación pupilar. El uso temprano de estos correctores previene un futuro procedimiento quirúrgico.
Sin embargo, cuando este tratamiento no es efectivo y los lentes no son capaces de corregir completamente la desviación del ojo, será necesario someterse a cirugía. Posteriormente, de todas formas será necesario continuar con el uso de los anteojos para no perder el resultado de la operación.
El objetivo de este tratamiento es obtener un alineamiento total de los ojos. Este método puede prolongarse por muchos años o de por vida, según el diagnóstico del oftalmólogo.