Un compuesto que se encuentra en el vino tinto y en las uvas parece inhibir el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis) asociado con enfermedades oculares como la degeneración macular relacionada con la edad y la retinopatía diabética, encontraron investigadores.
El resveratrol, que es producido por una variedad de plantas para combatir las infecciones bacterianas y micóticas, se encuentra a niveles particularmente altos en la piel de las uvas, y a menores niveles en las moras, el maní y otros alimentos vegetales.
Investigaciones anteriores han mostrado que el resveratrol puede reducir los efectos del envejecimiento, y actuar como agente anticancerígeno. En este nuevo estudio, los investigadores encontraron que el resveratrol inhibe el crecimiento nocivo de vasos sanguíneos en el ojo. También identificaron una vía específica a través de la cual el compuesto logra su efecto, y encontró que inhibidores específicos podrían revertir el poder de bloqueo de la angiogénesis del resveratrol.