Un estudio realizado por investigadores holandeses en 4.000 mujeres adultas de este país descubrió xa0que aquellas con más peso tenían menos posibilidad de que se les diagnostique glaucoma de ángulo abierto. Esa relación no fue tan evidente en los hombres.
El glaucoma de ángulo abierto es el más común y aparece cuando la acumulación de líquido eleva la presión ocular, lo que daña el nervio óptico que une el ojo con el cerebro.
El hallazgo, publicado en Archives of Ophthalmology, propone que es posible que la grasa extra tenga algún efecto protector en las mujeres que ayuda a reducir el riesgo de desarrollar glaucoma. Esto no quiere decir que las mujeres deban engordar para prevenir la enfermedad.
Lo mejor para evitar la pérdida visual que causa el glaucoma son los controles oftalmológicos regulares, y si se detecta el glaucoma, el tratamiento precoz.
El equipo de científicos siguió a 3.939 mayores de 55 años sin glaucoma. En 10 años, menos del 3 % desarrolló glaucoma de ángulo abierto.
En las mujeres, cada unidad extra en el índice de masa corporal (IMC) estaba asociada con un 7 por ciento menos de riesgo de desarrollar glaucoma. Cada unidad extra de IMC equivale a unos 2,7 kilogramos más de peso en una mujer de altura y peso promedio.