El astigmatismo es una patología que genera una vista borrosa y distorsionada, impidiendo el buen enfoque de los objetos, ya sean lejanos o cercanos (en menor medida). Este problema puede aparecer en personas de todas las edades, derivando en inconvenientes de aprendizaje en el colegio, bajo rendimiento laboral y dificultades en acciones diarias como conducir, ver televisión o cocinar. Descubre cómo detectar y poner solución al astigmatismo.
Algunas de las primeras señales que pueden indicar la presencia de astigmatismo son:
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Aparición de fatiga visual.
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Dolores de cabeza por forzar la vista a trabajar ante dispositivos electrónicos o leer.
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Aumento de deslumbramientos y de halos en los semáforos u otros vehículos al momento de conducir.
Ante estos síntomas, es fundamental acudir a la brevedad donde un oftalmólogo. El profesional de la salud visual determinará el problema a través de distintas pruebas.
Cuando se realice la observación de la imagen, el experto preguntará al paciente la nitidez con la que percibe las líneas que la componen. Un individuo con astigmatismo verá algunas de las líneas borrosas y otras más claras. Por su parte, una persona con la vista normal será capaz de ver todas las líneas con la misma nitidez.
La corrección para este problema puede ser el uso de anteojos, lentes de contacto o cirugía Lasik, dependiendo de lo establecido por el oftalmólogo.
La reducción de la agudeza ocular es variable. Si bien en algunos casos es tolerado, el astigmatismo puede ser bastante negativo para la vista, especialmente en los niños, ya que puede causar otros inconvenientes visuales crónicos.
Con frecuencia, el astigmatismo también produce otras manifestaciones menores, como: molestias con la luz potente, enrojecimiento ocular y, siendo menos común, la inflamación crónica de los párpados o visión doble del ojo con astigmatismo.