La foveosquisis miópica es una segmentación de las capas de la retina, que puede incidir entre el 9 y 20% de los ojos con Alta miopíaxa0y estafiloma posterior. De la misma forma que otras enfermedades de la mácula (parte central de la retina), esta afección era desconocida antes de la llegada del examen de la imagen tomográfica óptica (OCT).
Se estima que la principal causa de esta patología es la tracción del vítreo o de una membrana epirretiniana. La existencia de un estafiloma posterior con su característico estiramiento, que es evidente a nivel de los vasos retinianos no extensibles, se considera como un aspecto secundario en el desarrollo de esta enfermedad.
Ya estando desarrollada, puede incidir en la función visual y, en casos más severos, puede provocar la formación de un agujero macular y desprendimiento de retina. También deriva en metamorfopsias, que consiste alteración de la percepción del tamaño o las formas. La primera anomalía de estas se denomina dismegalopsia, mientras que la segunda dismorfopsia. Esto puede llegar a ser invalidante para quien padece la enfermedad.
Un estudio norteamericano sobre esta enfermedad estableció que la foveosquisis miópica puede preservarse estable por varios años, sin afectarse la agudeza de la vista. No obstante, cuando se mezcla con la presencia de una estructura premacular, las probabilidades de perder esta agudeza.
Asimismo, cuando se combina con un desprendimiento foveal, puede generarse un agujero macular.
En conclusión, los expertos consideran que deben ser intervenidos quirúrgicamente los casos que sufren un deterioro de la agudeza de la vista, sobre todo si está vinculado a una estructura premacular. No obstante, existe un riesgo de formación de un agujero macular -tanto si se opera o no-, que siempre será advertido al paciente con anticipación.
Una técnica con excelentes resultados es llevada a cabo en el Servicio de Oftalmología del Hospital General “La Mancha Centro” de Alcázar de San Juan, en España. La operación fue ideada por el oftalmólogo Fernando González del Valle, y ha tenido tal éxito que ha sido premiada en certámenes del país ibérico.
La intervención consiste en eliminar todos los mecanismos anatómicos que pueden traccionar sobre la mácula e introducir fibrina del propio paciente, conseguida a través de un complejo sistema previo. La fibrina tiene la acción de un “pegamento” para sellar el agujero macular.