Las mujeres tienden a sufrir mayor debilidad visual y ceguera que los hombres, por diversas causas. La severidad se esto se traduce en 45 millones de personas ciegas en el mundo, donde el 60% son mujeres y niñas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Existen diversos puntos de vista ante este fenómeno. Algunos especialistas sostienen que la tendencia a que las mujeres vivan más años en relación a los varones, fomenta la aparición de enfermedades oculares como el glaucoma, ojo seco, degeneración macular asociada a la edad, retinopatía diabética y catarata, una de las principales causas de ceguera en el mundo.
No obstante, algunas patologías como el tracoma, catarata y síndrome de ojo seco inciden más en mujeres, sin considerar la edad. También hay enfermedades en el género femenino como la artritis reumatoide, esclerosis múltiple y lupus, que pueden derivar en la inflamación del nervio óptico o la sequedad del globo ocular.
Las modificaciones hormonales en la mujer también pueden crear cambios fisiológicos y oculares. Por ejemplo, en el embarazo, la retención de líquidos hidrata al cristalino, incrementando su volumen. Asi, puede aparecer miopía, en la mayor parte de los casos reversible. Por ende, se aconseja visitar a un oftalmólogo en estos casos. Por otra parte, también es relevante la revisión del fondo de ojo si es que existe diabetes gestacional o preclampsia.
Por último, expertos indican que los requerimientos del mundo moderno y el ritmo de vida de la mujer actual influyen en la baja de su capacidad visual. Entre estos factores tenemos los cambios severos de alimentación, tabaquismo, vida sedentaria, trabajo ante un computador, contaminación ambiental y exposición a radiación ultravioleta, entre varios.