Las lagañas o costras en los párpados o zona de la raíz de las pestañas pueden deberse a distintas causas. Entre estas, tenemos la blefaritis, conjuntivitis y obstrucción del conducto lagrimal.
La blefaritis es una condición habitual, que provoca la inflamación de los párpados. Esta surge cuando partículas de grasa y bacterias cubren el borde del párpado, cerca de la base de las pestañas. También produce picazón, enrojecimiento, ardor e irritación en los ojos.
En tanto, la conjuntivitis es el concepto usado para referirse a la hinchazón de la conjuntiva, membrana delgada y transparente que recubre el interior de los párpados y la zona blanca del ojo, llamada esclerótica. Por lo general, esta afección se denomina coloquialmente como “ojo rojo”.
Por último, una obstrucción del conducto lagrimal sucede cuando el sistema de drenaje de lágrimas se bloquea parcial o totalmente. De esta manera, las lágrimas no pueden drenarse de forma normal, generando ojos acuosos, irritados o infectados crónicamente.
Es de suma importancia enfatizar que muchas personas desconocen que padecen enfermedades visuales, ya que en algunas ocasiones no existen síntomas de las mismas o se asume que una visión deficiente es parte natural del envejecimiento.
El diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno de los inconvenientes visuales son la mejor forma de preservar una visión sana lo largo de la vida. En la mayor parte de los casos, la pérdida de vista, incluso la ceguera, son evitables.
La Academia Americana de Oftalmología aconseja a los adultos que no exhiben síntomas o factores de riesgo de enfermedades realizarse un examen general de la visión a los 40 años de edad. Por su parte, en personas de cualquier edad o con propensas a sufrir afecciones visuales, la entidad recomienda una visita oftalmológica a la brevedad para determinar la frecuencia de las revisiones.