El vino es una bebida alcohólica que, consumida con moderación, puede proporcionar diversos beneficios para la salud del organismo humano. La visión también es favorecida por su ingesta.

Diversas investigaciones de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, aseguran que los antioxidantes presentes en el vino disminuyen el desarrollo de vasos sanguíneos, que posteriormente causan patologías en la vista. La retinopatía diabética es una de las enfermedades más comunas generadas por esta situación.

Este compuesto se denomina resveratrol, contribuyendo también al combate de la degeneración macular asociada a la edad. También contribuye a la protección del corazón.

Por otra parte, el vino entrega la sensación de saciedad, siendo además la bebida alcohólica con menor cantidad de calorías. De hecho. Existen estudios que indican que las mujeres que beben un vaso de vino diario cuentan con un mejor peso y menos inconvenientes para su control.

Además, el vino tiene otros antioxidantes que contribuyen a la prevención del envejecimiento de distintos órganos del cuerpo, contrarrestando enfermedades degenerativas como la osteoporosis y la diabetes tipo 2.

Por último, los flavonoides existentes en el vino – consumido de forma moderada y frecuente – disminuyen en un 25% el riesgo de los enfermos de cáncer de próstata a padecer la afección en su variante más potente, según investigaciones de la Universidad de Carolina del Sur, en Estados Unidos.

 

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