Los especialistas sostienen que son pocas las personas que se preocupan por la higiene de sus ojos, atendiendo solamente esta necesidad cuando están irritados. No obstante, es recomendable lavarlos lo limpiarlos dos veces al día para retirar partículas contaminantes que pueden incidir en la salud visual.
Es necesario limpiar los ojos en la noche y en la mañana. En el mercado existen productos especiales para la higiene exterior de los párpados, que han sido testeados y mostrado resultados positivos. Pacientes que se someterán a una cirugía, si utilizan estos elementos unos tres o cuatro días previos al procedimiento, reducen hasta en un 80% el riesgo de contraer infecciones oculares.
En cuanto al lavado con agua, en la mayor parte de las personas no tendrá ningún efecto nocivo. No obstante, lo ideal es usar agua tibia y hervida de forma previa. Aunque hervir no es sinónimo de esterilidad, esta medida contribuye a eliminar la mayoría de los microorganismos que pueden ser perjudiciales para el ojo, ya que estos mueren con las altas temperaturas.
Los usuarios de lentes de contacto deben tener claro que jamás deben lavar sus lentes de contacto con agua de la llave, ya que existe un microorganismo denominado acanthamoeba, que ataca principalmente a las córneas y se adhiere fácilmente a los lentes.
Otro problema visual derivado de la rutina es el síndrome del ojo seco, causado por el exceso de uso de los computadores y dispositivos electrónicos, así como otras actividades donde la vista no tiene el descanso suficiente. Una falta de protección apropiada contra los rayos ultravioleta también puede generar este problema ocular.
Algunos de sus síntomas son ardor, ojos rojos, sensación de arenilla y picazón. Al presentarse estas manifestaciones, es recomendable asistir a la brevedad donde un especialista para tratar la patología.