Es una enfermedad a la córnea que causa mala visión de forma progresiva y que suele presentarse en la pubertad con un lento desarrollo, por lo tanto, es fundamental detectarla a tiempo para tratarla. En Ultravisión te contamos todo lo que debes saber acerca de esta afección.
El Queratocono es un síndrome que afecta la capa exterior que cubre el glóbulo ocular. Durante su desarrollo, la córnea adopta una forma cónica irregular debido a la alteración de su estructura interna que está formada por fibras de colágeno.
Este síndrome se puede desarrollar en uno o en ambos ojos, pero casi siempre es bilateral. Además afecta mayormente a los jóvenes entre 20 y 30 años, puesto a que se inicia a temprana edad y su evolución suele ser lenta. En este contexto, el queratocono es la primera causa de trasplante corneal en pacientes jóvenes.
El origen de esta enfermedad visual aún es desconocido, sin embargo, en el 25% de los casos es hereditaria de padres a hijos. En otras ocasiones está relacionada con alergias oculares o frotamiento continuo de los ojos, acción que genera un micro traumatismo crónico.
Algunos autores que señalan que el queratocono se puede producir por el uso de lentes de contacto inapropiados que afectarían la estructura corneal, pero esta teoría no está lo suficientemente demostrada.
El principal síntoma de este síndrome es la disminución de la visión y problemas de enfoque, sobre todo en momentos de escasa luz. En otros casos puede manifestarse también debido a un aumento repentino de astigmatismo, presentando fotofobia, fatiga ocular o irritación de ojos. Esto ocurre incluso al ocupar lentes para intentar corregir el problema a la vista.
Otra manera de detectar esta afección es a través de síntomas anatómicos como el adelgazamiento de la córnea en su zona central o paracentral, la que se vuelve más fina conforme al progreso del queratocono y genera una elevación en esa área que distorsiona la forma normal redondeada de la córnea, desarrollando una prominente forma de cono que afecta la visión del paciente.
Es fundamental que cualquier persona que padezca un aumento brusco de un defecto refractivo de la córnea, sobre todo si se trata de niños o jóvenes, se realice un examen topográfico completo para así poder descartar o diagnosticar la presencia de un queratocono.
Para corregir el queratocono existen distintos tratamientos como las gafas, lentes de contacto, cirugía de anillos o segmentos intraestromales, crosslinking y trasplante de córnea en su fase final.