En el verano, época en que nos gusta darnos un chapuzón en la piscina o tomar sol, es indispensable tomar en cuenta ciertos criterios de protección para beneficio de nuestro cuerpo, en este caso de los ojos.
Las piscinas pueden constituir una importante fuente de transmisión para contraer conjuntivitis, tanto las de tipo alérgicas por los productos químicos utilizados en ella, como las infecciosas, porque el agua se convierte en un excelente caldo de cultivo para el desarrollo este mal.
Para evitar contraer conjuntivitis, es indispensable asegurarnos de que la piscina esté lo más limpia posible. Por otra parte, manifiesta que a la hora de exponerse al sol, es fundamental utilizar lentes con protección adecuada para proteger los ojos de los rayos ultravioletas que no solo causan irritación en los ojos, sino además pueden producir Pterigión (carnosidad) y cataratas
En caso de irritaciones, consultar inmediatamente al oftalmólogo y no automedicarse sugiere la profesional de salud.
Fuente: La Nación