Un estudio publicado en la revista Science señala que los ácidos grasos omega-3 que contiene el pescado pueden ayudar a prevenir la retinopatía, una enfermedad capaz de causar ceguera en personas con diabetes y bebés prematuros.
Retinopatía es un término genérico que se utiliza en medicina para hacer referencia a cualquier enfermedad no inflamatoria que afecte a la retina, es decir, a la lámina de tejido sensible a la luz que se encuentra en el interior del ojo.
El estudio detectó la influencia de los omega-3 en la retina de ratones y los investigadores descubrieron que el aumento de los ácidos grasos de este tipo derivados de la dieta limitó el crecimiento patológico de los vasos sanguíneos denominados neovasos.
La aparición rápida y desordenada de estos neovasos es causante de perturbaciones como hemorragias en el interior del ojo y en casos más severos glaucoma y desprendimientos de la retina, que es fundamental para la visión, ya que es la encargada de transformar las sensaciones lumínicas en impulsos nerviosos.
Los ratones alimentados con dietas ricas en ácidos grasos omega-3 tuvieron una reducción de casi el 50 por ciento del crecimiento de los vasos sanguíneos en la retina, frente a los alimentados con dietas ricas en omega-6.