Los malos hábitos de higiene pueden causar distintas infecciones oculares, generando una serie de molestos síntomas.

Nuestros ojos no solamente pueden sufrir problemas de enfoque. La mala higiene ocular podría ocasionar infecciones visuales, apareciendo la conjuntivitis, blefaritis y queratitis como las principales enfermedades.

En primer lugar, la conjuntivitis bacteriana y viral es una anomalía donde la conjuntiva, tejido protector del ojo y encargado parcialmente del proceso de lubricación, se inflama. Los síntomas son ojos rojos, secreción ocular blanquecina o verdosa, lagrimeo excesivo, ardor e hinchazón de párpados, entre otros. Cuando ocurre este trastorno, se deben eliminar inmediatamente los cosméticos y lavar minuciosamente la ropa, toallas y ropa de cama, ya que es altamente contagioso.

Luego, la blefaritis corresponde a una enfermedad donde se infecta el borde de los párpados, generada principalmente por el contacto con las manos sucias. Se presenta una sensación arenosa en los ojos y un fuerte ardor en la zona donde surgen las pestañas. Existe una variante crónica de esta afección, pero que puede ser relativamente controlada manteniendo una buena higiene de manos y ojos.

Para limpiar los párpados, el especialista puede recomendar aplicar shampoo neutro para bebé en un paño lavado y pasarlo suavemente por sus contornos.

Por último, la queratitis bacteriana es una úlcera corneal, es decir, una infección en la córnea. La carencia de higiene de los lentes de contacto es una de sus principales causas. Sus manifestaciones son enrojecimiento, ardor, incremento del lagrimeo, mancha blanca en la córnea y fotofobia, fundamentalmente.

Recomendaciones para evitar una infección ocular

Estas patologías visuales pueden prevenirse adoptando simples medidas cotidianas. Lavarse las manos frecuencia y no tocar ni frotar los ojos son las acciones primordiales para evitar una infección ocular, ya que los dedos son el principal transmisor de suciedad y bacterias.

También, al realizar trabajos donde hay exposición a agentes contaminantes, es recomendable utilizar una protección visual.

Cuando ya existe la infección, no es aconsejable automedicarse. Muchas personas tienden a usar remedios caseros como la manzanilla cuando surgen este tipo de problemas. Sin embargo, la aplicación de esta hierba en los ojos tiene efectos negativos, ya que produce resequedad y respuestas alérgicas.

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