La nieve visual consiste en la percepción constante de puntos blancos y negros en todo el campo visual, lo que se ve como un televisor encendido pero no conectado a la antena, también denominado como “ruido blanco”. Así lo explica el doctor Enrique Santos Bueso, de la Unidad de Neurooftalmología del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos (IdISSC), Madrid, España.

Hay personas que nacen con el trastorno y se enteran solo en el momento en que comparan su visión con la de otra persona sin la anomalía.

Los pacientes lo describen como una permanente estática ante los ojos, como los televisores antiguos, lo que dificulta el enfoque de la vista y el reconocimiento de rostros.

Los científicos indican que se está en una etapa muy temprana de estudios de esta enfermedad, ya que hace unos 15 años ningún especialista estaría de acuerdo en su aceptación universal como trastorno.

Al parecer, la afección tiene un mecanismo subyacente común, ya que afecta a personas de todas nacionalidades y edades.

Si bien no hay suficiente información sobre el historial de la nieve visual, los expertos saben qué no se debe hacer. Uno de los ejemplos más evidentes es prescindir de drogas alucinógenas, ya que pueden generar un efecto similar. Incluso, antes se pensaba que todos quienes sufrían este mal usaban este tipo de drogas.

Aunque desde el punto de vista terapéutico aún no se comprende la fisiología, se halló que en un área de atrás del cerebro hay una estructura particular que es más activa metabólicamente y que recibe un flujo de sangre mayor en quienes tiene nueve visual.

Este hecho podría indicar que esta zona del cerebro no está lo suficientemente inhibida o muy excitada.

Fuente: T13

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