Los estímulos visuales provenientes de la televisión, los videojuegos, flashes, las luces de discotecas o el cine, producen una enfermedad que afecta al 1,5% de la población y que, incluso, puede derivar en epilepsia. Se trata de la fotosensibilidad visual extrema.
Esta fotosensibilidad visual se expresa en molestias oculares, mareos y nauseas. Si se presentan estos síntomas, es de suma importancia consultar con un especialista a la brevedad. Si bien esta enfermedad es desconocida, es bastante habitual en el mundo moderno.
De hecho, según una publicación del diario “El País” de España, casi un 1,5% de la población del mundo padece esta patología debido a los flashes, luces de colores, videojuegos y otros factores visuales.
Las personas que no están diagnosticadas son las que corren más peligro ya que, como no se estaría tomando ninguna medida médica, podrían llegar a sufrir alguna crisis severa. En un principio, los afectados experimentan una sensación placentera al recibir esta clase de estímulos, aunque en realidad están pasando por pequeñas crisis epilépticas.
Es por esta causa que es una afección bastante compleja de detectar, hasta que no se pasa por una crisis grave. Esta enfermedad habitualmente se inicia en edades tempranas y va empeorando durante la adolescencia.
Rafael Santillán, neurólogo, afirma que la concentración mental sin pausa ante una pantalla por parte del espectador o jugador ante una pantalla muy cercana a los ojos es responsable del 10% de los nuevos casos de epilepsia, diagnosticada en niños y jóvenes de entre 7 y 19 años.
Por su parte, la psiquiatra Sara Serrano explica que las personas que no tengan esta predisposición solo tendrán dolor de cabeza, molestias visuales y mareos. Asimismo, pueden experimentar trastornos del sueño, de la memoria e irritabilidad. También pueden existir casos de problemas de aprendizaje.
Recomendaciones
Los expertos señalan que es muy importante considerar la distancia con la que se observan las imágenes. Para prevenir esta patología, es de suma relevancia no mirar la televisión ni jugar videojuegos demasiado cerca de la pantalla. La misma recomendación aplica para el computador.
Asimismo, es aconsejable no ver estos artefactos tecnológicos en habitaciones oscuras, ya que también es un factor que predispone a la enfermedad.