Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid realizado en distintos países ha constatado que más del 90% de las gafas de sol que se venden en puestos callejeros y otros puntos de venta no certificados, no protegen los ojos adecuadamente de las radiaciones solares o son directamente dañinas para la visión.
Con la llegada del calor aumenta considerablemente el tiempo que las personas pasan en los parques, playas y piscinas. En esta época del año, debido al incremento de la exposición, el sol puede suponer un problema para la salud de los ojos.
Es por esto que el ciento por ciento de las personas deben cuidarse con anteojos de sol de la radiación ultravioleta, principalmente durante el verano.
Así como la gente se cuida la piel con protectores solares, de la misma forma debería usarse la protección de los ojos con lentes que tengan filtro ultravioleta.
En este sentido, la radiación ultravioleta del sol, especialmente de forma acumulativa a lo largo de los años, puede provocar catarata y maculopatía.
¿Qué tipo de lentes elegir?
A la hora de elegir lentes no se debe tener en cuenta solamente el modelo, sino que debe ser una gafa que reúna las condiciones que la persona necesita según la ocasión.
No es lo mismo emplear una gafa de sol para la playa que una para esquiar en la nieve, ya que allí la radiación solar es más peligrosa por el efecto multiplicador de espejo que hace la nieve con la luz del sol.
En algunos casos se debe usar protección específica porque la radiación ultravioleta puede traer algún trastorno agudo, como quemaduras de corneas.
Recomendaciones
No se deben comprar gafas de sol en puestos de la calle o lugares que no estén habilitados, ya que si bien las personas se ven atraídas por la oferta, son cristales que muchas veces no tienen la protección adecuada y pueden perjudicar más que el simple hecho de no usar lentes.
Es contraproducente comprar lentes sin protección UV porque al ser oscuros, el ojo capta menos luz y dilata su pupila. Y al dilatar la pupila entra más radiación que la que entraría sin lente.
Por lo tanto, no se deben comprar gafas de sol sin el adecuado consejo de un experto, y nadie mejor que el óptico para aconsejar en estos temas.