Los ojos también están expuesto al cáncer. Los párpados y las conjuntivas tienen la mayor probabilidad de presentar carcinomas, generalmente relacionados con la exposición extrema y sin protección al sol.
Los tipos más frecuentes son: cáncer de conjuntiva o carcinoma escamocelular, y cáncer de párpado, también llamado carcinoma basocelular de los párpados.
¿Cómo identificarlo?
En la mayoría de los casos ninguno de los dos cánceres produce dolor ni molestia alguna, en su inicio. A medida que avanza, se puede presentar enrojecimiento del ojo o del párpado afectado, con sensación de comezón. Puede presentar también sensación de cuerpo extraño con lagrimeo o ardor.
Incidencia
La incidencia del cáncer de conjuntiva puede variar del 0.02 al 3.5% por 100 mil personas, según la región y la exposición al sol que haya. El carcinoma basocelular corresponde al 90% de los cánceres de párpado; sin embargo, su mortalidad es menor al 0.1%, su crecimiento es lento y presenta metástasis en un 0.028 a 0.55%.
Estos cánceres rara vez dan metástasis o llegan a ser mortales, pero sí son muy agresivos y pueden comprometer la visión del ojo afectado o los tejidos blandos adyacentes a los párpados, el resto de la cara y su órbita.
El cáncer de conjuntiva es más frecuente en personas que se exponen al sol por largas temporadas sin una adecuada protección visual, mientras que el cáncer de párpado, se presenta más en personas de piel blanca o rubias.
Recomendaciones
Hay que tener en cuenta que el 80% de la radiación que se recibe, es acumulada durante los primeros 15 años de vida. Por esta razón, los niños y los adolescentes son los más vulnerables a los efectos nocivos de las radiaciones ultravioleta.
La Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de protección visual que bloqueé el 100% de la radiación UV.