Aunque no es una situación perceptible, los rayos UV también están presentes en los días nublados, y pueden ser aún más dañinos para nuestros ojos. Por este motivo, es fundamental usar lentes de sol durante todo el año.
Los efectos más nocivos de la radiación ultravioleta se generan en la retina de los ojos. Aunque el globo ocular posee barreras naturales para filtrar la luz, estas no son suficientes para cuidarse de los altos niveles de radiación, especialmente en el norte de Chile.
En este sentido, es muy relevante utilizar lentes que tengan filtro UV adquiridos en sitios confiables y certificados, ya que el inconveniente de los artículos conseguidos en el comercio informal es que no cuentan con esta protección y pueden producir daños más graves. Uno de estos pueden ser la dilatación de la pupila, lo que genera una exposición mayor de los ojos a los rayos del sol.
Asimismo, la OMS indica que el 20% de los casos de ceguera por cataratas se deriva de la exposición solar, donde la única solución es utilizar unos lentes solares apropiados. En los meses de invierno, estos cuidados deben ser mayores, ya que la preocupación disminuye ante los días nublados. De esta manera, la parte cristalina de los ojos se torna opaca, generando enfermedades visuales.
Otro aspecto que debe considerarse es que se piensa que, mientras más oscuro es el lente, más protege. No obstante, existen anteojos de lectura que poseen protección UV y son transparentes, mientras que otros de sol son bastante oscuros y no cuentan con esta.