En los niños que pasan poco tiempo al aire libre se reduce la producción se dopamina, un neurotransmisor que genera, entre otras, las células de la retina. Esto deriva en una debilidad escleral (el “esqueleto” del ojo), produciendo que este órgano crezca más de lo común y se vuelva miope.
Los menores que están en casa por largos periodos estudiando o utilizando el computador tienen un gran riesgo de padecer miopía. Esto no ocurre tanto por el hecho de fijar la atención en la pantalla, sino que por un entorno, que probablemente tiene poca luz. Expertos de la Universidad Estatal de Ohio, en Columbus (Estados Unidos), indicaron que los infantes que pasan menos tiempo al aire tlibre cuentan con más posibilidades de desarrollar miopía.
En este sentido, agregaron que el incremento de esta afección entre los jóvenes asiáticos está asociado, probablemente, con el estudio intensivo y la atención de cerca.
La Academia Americana de Oftalmología complementó esta teoría desde otro punto de vista, asegurando que los escolares de clase baja en China cuentan con una mejor visión que los de clase media. Esto cobra sentido, considerando que la mayor parte de los jóvenes de situación económica más baja pasa un mayor tiempo al aire libre que sus pares más acomodados.
En la era donde el ocio tecnológico tiene predominancia, los niños pasan poco tiempo al aire libre. Y, por ende, la clave es exponerse más a la luz. Científicos de tres universidades australianas sugirieron en 2013 que los menores pasen al menos tres horas diarias bajo una luminancia de 10 mil lux, lo que equivale a estar en la calle, a la sombra, en un día claro. Una sala correctamente iluminada no supera los 500 lux.
En consecuencia, estar más tiempo al aire libre parecer ser la forma de prevención más efectiva de complicaciones oculares de la vida moderna. Esto es bueno para nuestra visión y otros aspectos de la salud de nuestro organismo.
Por último, los casos de miopía pueden solucionarse con la Cirugía Lasik y así no depender de los lentes.