El síndrome de Sjörgen es una enfermedad autoinmune que ataca las glándulas salival y lagrimas, productoras de lágrimas, derivando en que los ojos y boca se tornen dolorosamente secos. De la misma forma que otras patologías autoinmunes, esta patología no se limita a una zona del cuerpo, y puede progresar dañando a los riñones, intestinos, hígado y otros órganos.
Por lo general, existe la creencia popular de que la genética determina la salud. Esto es parcialmente cierto, ya que la genética representa solamente el 25% de probabilidades de desarrollar el síndrome de Sjögren. El resto se desprende de factores ambientales como la salud intestinal, dieta, toxinas, infecciones y estrés. Frecuentemente, estos son los principales motivos de la afección autoinmune.
Para evitar las consecuencias de este síndrome, los expertos sugieren:
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Consumir suplementos con omega 3.
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Prescindir del gluten granos y legumbres.
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Controlar la ingesta de toxinas.
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Ingerir abundante agua.
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Curar infecciones.
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Buscar métodos para reducir el estrés.
Fuente: maximaonline.com.ar